Su modo de trabajar dista de las comúnmente vistas en Chile. A través de su productora Diluvio, Cristóbal León y Joaquín Cociña han realizado tres cortometrajes de suspenso en stop-motion, donde una habitación es capaz de contar una historia. Hoy se encuentran realizando su largometraje, apostando por mostrar su forma de trabajo en museos y en su estudio del barrio Providencia, manteniendo un pequeño equipo de trabajo.