La ópera prima de Germán Acuña ha sabido destacar a nivel mundial por su gran trabajo de arte y contenido cultural e identitario, así lo confirma su gran paso por festivales. Hoy, a un año de su estreno mundial, su director ya trabaja en un nuevo filme, que promete repetir y superar el éxito.
Si bien “Nahuel y el libro mágico” es un largometraje creado para un público infantil, el filme dirigido por Germán Acuña, mantiene cautivados tanto a chicos como a grandes, aún antes de su estreno comercial. Y es que, tras cinco años de producción, el filme finalizado a inicios de la pandemia, logra fusionar una historia entretenida dotada de una gran carga mitológica con un arte en 2D que atrapa los colores y sensaciones de la mágica Isla de Chiloé.
“La película desde el principio, desde que se empezó a perfilar el proyecto, empezaron a aparecer algunas notas al respecto. Creo que quizá llamó la atención porque tenía un look 2D un poco ambicioso o quizá novedoso para lo que se estaba acostumbrado en Latinoamérica hasta el momento, y porque era una película que tenía un elemento cultural e identitario bastante potente”, explica su director, cofundador del estudio Carburadores.
Escrita por Juan Pablo Sepúlveda y Germán, la película chilena mezcla aventura, fantasía y mitos chilotes. La historia de un niño de 12 años que encuentra el libro de hechizos Levisterio y que debe rescatar a su padre, quien ha sido capturado por un oscuro brujo, al mismo tiempo que enfrenta sus miedos más profundos, fue coproducida por las empresas chilenas Carburadores y Punkrobot, ganadora del primer Oscar para la animación chilena con “Historia de un oso”, y la brasileña Levante Films.
“Hacer un largometraje es una tarea bastante titánica, de harta paciencia y resistencia en el tiempo, por lo tanto, ya terminar la película es un gran logro para mí. Todo lo que ha venido, ya sean festivales importantes en los que hemos estado presentes, han sido una sorpresa y un plus”, señala Germán y agrega que el “mejor logro es haber puesto elementos culturales que son muy propios y escondidos para el resto del mundo, en una película infantil y que se hayan logrado posicionar como algo atractivo”.
La animación realizada con menos de 24 cuadros por segundos para hacer rendir el presupuesto, y que centra sus esfuerzos en meticulosos fondos, ha logrado cautivar a la crítica. Es así cómo se transformó en ganadora del 9° Festival Internacional de Animación Chilemonos; recibió el Award of Excellence en el Tokyo Anime Award Festival 2021; xx en Festival Internacional de Cine Infantil de Nueva York 2021, posee cuatro nominaciones para los Premios Quirino 2021 y formó parte de la selección oficial del Festival de Cine de Animación de Annecy 2020, donde tuvo su estreno mundial en junio de ese año.
“Espero que sea un referente de que se puede hacer cine animado con las herramientas y los recursos que se tienen en Latinoamérica”, puntualiza.
Por sobre toda pandemia
La pandemia del COVID 19 se ha propagado en todo el mundo y ha sabido golpear especialmente a la cultura. Sin embargo, la industria de la animación ha sabido adaptarse y posicionarse como una alternativa a la producción audiovisual.
“Nahuel y el libro mágico” vivió en carne propia el inicio de esta nueva normalidad. A finales de marzo, cuando se decretaban las primeras cuarentenas globales en Santiago, el equipo del filme chileno ya llevaba unas semanas trabajando de manera segura desde sus casas. El hecho que ya hayan tenido terminada la post producción de sonido antes de la crisis propició un mejor escenario para terminar el filme antes del Festival de Cine de Animación de Annecy.
“La pandemia afectó principalmente en los planes de distribución -comenta German-. Nosotros teníamos fecha de exhibición de salas en Chile para octubre del 2020, obviamente, cuando empieza la pandemia toda esa planificación se va un poco al tacho de la basura”. Sin embargo, reflexiona que “finalmente no hay mucho que hacer, en el fondo, es una situación totalmente fuera de lo normal y extrema, así que hemos tenido paciencia y hemos aprovechado este tiempo para hacer una buena carrera en festivales, lo que ha sido igual bueno en ese sentido”.
Con los cines cerrados como medida sanitaria, el mayor desafío tanto para Gemán como para la animación mundial de cara al futuro es el estreno comercial. El realizador cuenta que se han buscado caminos alternativos que aún están terminando de decantar. “Todavía no tenemos una fecha de estreno, pero si se está trabajando una fecha tentativa de salida en salas de cine para el segundo semestre del 2021 y probablemente vamos a buscar los caminos a través de algunas plataformas, que es hoy día son el gran jugador, por así decirlo”.
“La veta del diablo”
Germán Acuña ya comenzó con el trabajo de preproducción de un nuevo largometraje animado en 2D, esta vez, ambientado en el norte salitrero de los años 20. “La Veta del diablo” contará la historia de Mercedes, una chica de 16 años que decide devolver una pepita de oro al mismísimo diablo para recuperar la vida de su hermano desaparecido en el derrumbe.
Según comenta el director, el filme ya ha levantado algún financiamiento para preproducción, que ha permitido avanzar una primera versión del animatic, progresar con material de concept art, diseño de personajes, entre otros procesos. “En este momento, estamos armando un poco las redes para ver bien cual va a ser la estrategia de coproducción de la película, sumando a nuevos socios de a poco, viendo bien cuales son las nuevas posibilidades”, cuenta.
“Estamos preparando todo para que la película tenga un gran impacto y sea realizada con los recursos necesarios que requiere un largometraje de este tipo. Nuestra mirada siempre va a ser seguir creciendo en calidad de historia, de imagen y de sonido. Eso es un poco lo que está pasando con esa película, está avanzando a paso lento pero seguro”, destaca Germán. SM
Imágenes de “La veta del diablo”, nuevo largometraje de Germán Acuña en preproducción.