Los ositos y los unicornios viven una guerra ancestral. Entre animaciones clásicas en tonos púrpuras y rosados se cuenta esta historia, que reflexiona sobre el origen común de todos los conflictos bélicos y el mal, pero también sobre los problemas familiares internos, que son también una guerra.
Esta película española-francesa fue realizada en medio de la pandemia del Covid-19, con todas las complicaciones que ello ha implicado. Es antibelicista, y se estrenará justo en un contexto en el que se vive un enfrentamiento armado en Europa, además de una tensión y crisis que afecta a todos los países en distintos niveles. Su debut mundial será en el Festival de Annecy en Francia, evento en el que estará en competencia. Un mes después será estrenada en Latinoamérica en el Festival Chilemonos, donde también estará compitiendo en la categoría de “Largometrajes”. Desde España su director, Alberto Vázquez, entregó detalles sobre esta producción.
El animador estudió Bellas Artes en la Universidad de Valencia, su camino en la animación se inició a través de los cómics que publicaba en periódicos como El País. Por otro lado ha ilustrado libros como “El evangelio de Judas” y “Alter ego”. Hace 12 años, un productor lo contactó porque había visto una de sus creaciones llamada “Psiconautas”, de esta conversación nació la idea de hacer un cortometraje y luego una película, fue precisamente ahí que partió su trayectoria en el mundo animado.
¿Qué te apasiona de esta área?
La animación me gusta porque es una mezcla entre mis dos grandes pasiones. Por un lado está el cómic y por otro lado está el cine. Y yo creo que justo en el medio de los dos es donde se sitúa.
¿Cuál es el origen de “Unicorn Wars”?
Primero fue una historia corta de cómics, después hicimos un cortometraje que se llama “Unicorn blood” y ahora, años después, hemos hecho este largometraje. En esta película se cuenta una guerra entre los ositos y los unicornios que habitan el bosque mágico. Es una especie de guerra ancestral donde los ositos consideran al unicornio un demonio que hay que expulsar. Pero en realidad la verdadera historia es una guerra interna entre dos personajes protagonistas, dos ositos que son hermanos mellizos y que llevan una guerra desde que son pequeños por el amor de su madre, por el amor de su familia y una envidia entre ellos. Y entonces esa guerra externa que es ese gran conflicto bélico, se mezcla con una guerra interna de los dos personajes.
¿Cuál fue el objetivo de esta película? ¿Qué deseas transmitir?
El objetivo de esta historia es hacer una película que haga reflexionar un poco sobre lo comentado, sobre el origen de todas las guerras. Pero no solo las guerras externas y los conflictos bélicos, sino también los conflictos familiares. Me gustaba la idea de que estos dos tuvieran una relación y estuviesen entrecruzados en la historia. Es decir, a medida que el conflicto bélico se pone peor, la relación entre los hermanos también empeora. Y todo esto acabará en una gran pugna final, con una reflexión también sobre el origen del mal.
¿Qué técnicas se utilizaron?
La película es muy tradicional en toda su concepción. Es animación 2D y los fondos tienen mucho que ver con ilustraciones de libros. Tienen mucha textura, imitan a la acuarela, tienen un acabado muy manual. La única diferencia con mis anteriores proyectos es que hemos incluido 3D en los unicornios, pero con una apariencia muy 2D. ¿Por qué hicimos los unicornios en 3D? Pues mira, porque salen mucho en la película y hay una gran batalla final que dura 14 minutos en donde hay 25 unicornios corriendo y nos parecía muy difícil animar todo eso en 2D porque los caballos en 2D son complejos. Entonces de esa manera con el 3D podemos clonar y simplificar. Lo que es la preproducción, el estudio de personajes, y el storyboard, está hecho todo en papel.
¿Qué puedes comentar sobre la dirección de arte?
Es un trabajo muy relacionado con el dibujo en papel, con la ilustración clásica. Tenemos ciertos referentes, por ejemplo, me interesa mucho el trabajo de Mery Blair, que es una, bueno, una concept artist de Disney de los años 50. ¿Sabes? Para mí esto es una especie de Disney pero invertido. De alguna manera es una película muy oscura, una película bastante radical y bastante punk. Su tratamiento es una animación para adultos, no sólo porque se hable de temáticas adultas, sino también por su narrativa. Y bueno, a nivel artístico, a nivel de color, por ejemplo, es interesante el tratamiento que le hemos dado a la película, el bosque también va cambiando de color con las emociones de los personajes. Para mí es importante el uso del color, es decir, me gusta que sea expresivo y simbolista, además que sea narrativo, que vaya con la historia. Es decir, no me gusta el color naturalista.
¿Cómo fue el desarrollo de la música y el sonido?
Tenemos una banda sonora que oscila mucho entre la electrónica, ambient, paisajismo electrónico, mezclado con música sacra. Nuestro músico es Joseba Beristain, y para la interpretación también hemos contado con un orfeón de voces, todo eso para darle ese carácter sagrado y místico a la banda sonora, que al mismo tiempo contrasta con toda esa base de música electrónica. Es una música muy ambiental, no muy frecuente en las películas de animación, que también refleja bastante la locura de los personajes.
¿Cómo fue la producción de la película?
Es una coproducción española y francesa. Es decir, es una película que se ha hecho en cuatro lugares: en La Coruña, que es donde yo vivo, otra parte se hizo en Bilbao y después en Francia, en dos sitios en París, y en un pueblo que se llama Angulema. Además de esto, ha habido pequeños estudios que nos han ayudado, debido a que todo esto tuvimos que hacerlo en pandemia, todo ha sido más difícil porque había que trabajar a la distancia con mucha gente.
¿Qué reflexiones puedes compartir respecto al contexto de guerra en Europa en el que se estrenará la película?
Me da mucha lástima y me da muy mal rollo que ocurra todo esto al mismo tiempo que sea una película bélica. Pero esta producción es completamente antibélica y reflexiona sobre el origen común de todas las guerras y del absurdo, que al final todas las guerras tienen que ver con conflictos político-económicos. La única guerra que debería existir sería la guerra entre unicornios y ositos. Una parodia de la guerra, ¿no?. Evidentemente es un conflicto que está siendo muy complicado y que nos va a afectar a todos a nivel mundial, en el mundo globalizado en qué vivimos ya está afectando a nivel económico a muchísimos países. Y bueno, y luego está todo el horror de una invasión y todo lo que ello conlleva, una guerra militar. Espero que se acabe cuanto antes.
Para finalizar, ¿Qué mensaje podrías darle a animadores que están empezando?
El único mensaje que puedo dar es que si te dedicas al arte hay que vivir para el arte. Es decir, hay que dibujar mucho, ver muchas cosas, viajar bastante para poder ver otros trabajos, ir a festivales, hablar con productores, saber cómo se mueve este mundo porque es un arte la animación, pero también es una industria. SM