Leonardo Romero (Colombia) se refiere a su cortometraje debut de animación: “Niebla”, una obra en 2D digital, que se sitúa en los nuevos asentamientos urbanos en medio de hábitats no intervenidos por el ser humano, que expone las consecuencias para los animales nativos y explora hasta qué punto puede una persona empatizar con ellos.
Este cortometraje estará en exhibición a través de la plataforma chilena Ondamedia, integrando el ciclo titulado “Naturaleza”, que estará disponible para el público durante todo el mes de junio.
A la orilla del camino, Nicolás encuentra un bulto peludo que está inerte sobre la vereda: un perro atropellado, presumiblemente. Su curiosidad lo lleva a tomarle una foto y, conforme se instala en su nueva casa con sus padres, se ve atraído al bosque que lo rodea. Si bien es temeroso de este nuevo mundo, Nicolás sigue aventurándose a conocerlo, y pronto se ve envuelto en un trabajo insistente por retratar la fauna del lugar y resolver qué animal era el que encontró aquella noche. A medida que avanza su búsqueda, se involucra cada vez más en el mundo salvaje, incluso al punto de ver y sentir la crueldad a la que los animales salvajes están sujetos.
Así da inicio “Niebla” (2020): un cortometraje sobre la sensibilidad ambiental y el cuidado de la fauna silvestre, que fue estrenado en el Centro Colombo-Americano de Medellín y ha tenido muy buena recepción en varios festivales de Latinoamérica. Su director, Leonardo Romero, es diseñador gráfico de la Universidad Pontificia Bolivariana y ha ejercido como animador en las series “Elinor Wonders Why” y “Legend Quest”, emitidas en PBS Kids y Netflix respctivamente.
La elección profesional de Leonardo se basa en el interés por el uso de la técnica artística con fines comunicacionales: en el colegio experimentó con gifs animados, conoció la edición de video y dibujaba flipbooks en las esquinas de sus cuadernos y textos escolares; pudo especializarse en animación durante la carrera de diseño, de la que egresó en 2008. Considera al género animé como su principal referente visual, lo que contrasta con la animación occidental, la que Leonardo describe como más extravagante e inclinada a la exageración física de los personajes, un tanto alejado al estilo más detallado y realista que busca lograr en sus obras.
Los primeros productos animados de Leonardo fueron infografías sobre fenómenos científicos para un museo de interacción: este trabajo también contaba con aplicaciones de animación, lo que reforzó el interés del artista sobre la técnica. A partir de este trabajo vinculado a la ciencia, nace la iniciativa de rescatar la imagen y existencia de los animales salvajes de la zona, y que dio paso a un cuestionamiento interno de parte del director: “Estos animales que a veces no son muy conocidos, pueden ser rechazados por falta de conocimiento y por tener prejuicios equivocados sobre ellos, que hacen que la gente les tenga temor e incluso atenten contra sus vidas. Terminé abogando un poco por estos animales que no son muy conocidos o queridos”.
“Niebla” se gesta como iniciativa de un grupo de compañeros de universidad, entre los que estaba Leonardo, quienes se reúnen con la simple convicción de hacer una animación y trabajar sobre dicho soporte. Para esto, necesitaban un pretexto narrativo que quisieran animar, el cual surgió desde el contexto inmediato del equipo.
“Al hacer una película se tiene una responsabilidad comunicativa y social, y pues descubrimos esta problemática que vimos en noticias en algunas partes. Se dió ejerciendo nuestra disciplina de ilustración también: cuando nos tocó retratar a un espécimen nativo que no tenía mucho registro fotográfico, encontrábamos que gran parte de las imágenes en la red eran fotos de animales ya muertos. Atropellados, sobre todo”, recuerda Leonardo.
De esta forma, “Niebla” busca retratar qué es lo que ocurre cuando las personas de ciudad se vinculan con un entorno natural, el cual aún no ha sido intervenido ni invadido a gran escala por el ser humano, cómo avanza la convivencia entre dos mundos que se encuentran y, por encima de todo, concientizar sobre las consecuencias del asentamiento humano para los animales nativos de un hábitat.
Así, surge la historia de Nicolás, un niño que se muda junto a su familia a una casa a las afueras de la ciudad, colindante con un bosque de niebla, habitado por una variada fauna nativa. La formulación de los personajes tiene que ver con un fenómeno usual: familias en proceso de establecerse, que quieren y pueden permitirse vivir en un lugar menos concurrido, con el fin de escapar de la saturación que invade las grandes ciudades.
Visualmente, los escenarios se armaron con estudio previo de una vegetación que coincidiera en el perfil del bosque, además de definir un conjunto de especies nativas que se encuentren en la zona. El resultado: el retrato de un espeso bosque andino, que frecuentemente se ve envuelto en la niebla; a su vez, este elemento se funde con los zorros que protagonizan la historia desde el bosque, a fin de completar el retrato de un animal que es sumamente huidizo y temeroso, dado su poco contacto con los humanos y la urbanización.
En el cortometraje, el animal atropellado es confundido con un perro: está inspirado en el zorro cangrejero (Cerdocyon Thous), una especie que abunda en los bosques al norte de Sudamérica. Tiene alta presencia en los alrededores de Medellín, y popularmente es llamado “zorro perro”, por su similitud al canino doméstico. Este animal fue elegido precisamente por su aspecto abstracto, para ser quien le daría una cruda bienvenida a Nicolás, y cuya imprecisión física se presta para demostrar el poco conocimiento de los habitantes sobre las especies nativas de la región.
La animación se realizó en Toon Boom Harmony: trabajaron con capas vectoriales, para que en la etapa de limpieza las líneas salieran como vectores y, por ende, el trabajo de color fuera más fácil de realizar, buscando un acabado artístico que replicara el estilo impresionista que deseaban plasmar en el corto; los fondos se compusieron en Photoshop, con el detalle de que se usaron brochas que emulaban los trazos representativos de la pintura en dicha técnica. La composición final se hizo en After Effects, con acento en efectos para los personajes, como las sombras.
“Me gusta mucho pensar en animación como ilustración o pintura animada, que no es solamente mover articulaciones que ya están predefinidas, sino que esté en primer plano el concepto estético: la textura del trazo, con desarrollo de un grado de realismo para retratar lo mejor posible el entorno, y manteniendo algo de verosimilitud en la física de los movimientos de los personajes”, expresa Leonardo, en cuanto a su planteamiento estético.
El sonido de “Niebla” es completamente original: hubo búsqueda en bibliotecas en línea, pero la gran mayoría de los sonidos fueron grabados para el cortometraje; aquí, es distinguible el ruido de aves nativas y el movimiento de los árboles. Esta se acompaña de una banda sonora original, que fue compuesta para ser sutil y servir como complemento del ruido ambiente, y que refuerce el ambiente de misterio que envuelve la travesía de Nicolás, en esta búsqueda por entender algo que para él es desconocido.
El cortometraje fue financiado gracias al Fondo para el Desarrollo Cinematográfico de Colombia. El cortometraje se realizó entre 2018 y 2019: entre animación, fondos y trabajo de sonido, la producción tomó 10 meses y, entre revisiones, Leonardo recuerda que llegaron a 7 versiones diferentes del guión. A causa de la pandemia, el estreno se trasladó a 2020; sin embargo, el equipo ya estaba produciendo de manera remota debido a la diferencia de horarios de los integrantes, quienes trabajaban en otros proyectos como Leonardo, y otros eran estudiantes de la Institución Universitaria Pascual Bravo, entidad que también proporcionó espacios físicos de trabajo.
En este momento, Leonardo está trabajando en una historia que refleje un debate moral que se está dando en Colombia y que presenta posturas muy extremas: el planteamiento es situar a un personaje que deba desarrollar ambas ideas. Declara que le gustaría experimentar todas las técnicas, con un interés específico por el 3D, ya que este le permitiría solucionar problemas, pero su objetivo principal está en contar historias que queden en la conciencia de las personas, por sobre las técnicas que podría usar para este fin. SM