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En lo más profundo de la selva amazónica vive Ainbo, una niña que está muy inserta en las costumbres de su tribu y que busca crecer en función de ellas. Una noche mientras practicaba tiro al arco, se encuentra con sus espíritus guías y, luego de un conflicto con los adultos de su aldea, se embarcan en una travesía para encontrar la causa de distintas penurias y catástrofes que están azotando su hogar, que resultan ser otros humanos que han invadido el hábitat.

“Ainbo: la guerrera del Amazonas” se suma exitosamente a esta ola consolidada de producciones protagonizadas por mujeres y niñas que, en sus historias, buscan trascender de los roles que tradicionalmente se han impuesto para personajes femeninos en películas animadas e infantiles. Con una dedicada producción en colaboración con Holanda y Estados Unidos, y a pesar de un estreno retrasado como consecuencia de la pandemia, “Ainbo” ha conseguido posicionarse en los primeros lugares de taquilla en distintos países, estuvo presente en las selecciones oficiales de Annecy y el Festival Internacional de Shanghái, tuvo una nominación en los Premios Quirino, y ganó el premio a Mejor Película Iberoamericana de Animación en los Premios Platino. Durante esta temporada, “Ainbo” compite por el premio a Mejor Largometraje de Latinoamérica y España en el Festival CHILEMONOS.

Este largometraje fue desarrollado por Tunche Films, un estudio familiar constituido en Perú por los hermanos Zelada Mathews: Jose, César y Sergio, que desde 2003 iniciaron con trabajos de publicidad, para luego incursionar en efectos visuales y animación; sin embargo, el equipo quería dar el salto a producir historias de autoría propia. En ese sentido, “Ainbo” constituye una obra cargada de valor personal para los hermanos, tanto por la inspiración detrás de la historia, como por ser el primer largometraje animado de Tunche Films, en el que Jose escribió el guión original y realizó su debut como director, además de producirla junto a sus hermanos. César Zelada, uno de los productores principales, conversó con el equipo de CHILEMONOS sobre varios aspectos de la producción.

 

¿Cuál es la inspiración para la historia de Ainbo?

Nosotros, Jose, Sergio y yo, crecimos en la selva amazónica, mi mamá también, ella nació y creció allá. Entonces hemos crecido mucho con estas historias, toda esta mitología amazónica que es grande y te envuelve, ella nos contaba historias de su niñez, fantasías a las que nosotros le agregamos más de nuestra imaginación. Nuestra madre proviene de una hacienda cerca de Contamana, que es un pueblo un poco más alejado de las ciudades más grandes de la selva, se crió rodeada de tribus amazónicas, en un contexto de trabajo en hacienda y de intercambio comercial. A mamá la perdimos en 2012, por lo que la película es un tributo y está inspirada en ella. 

¿Cómo fue la experiencia de coproducción con Holanda, considerando que la historia es una representación de la región del Amazonas? ¿En qué aspectos tuvieron que dialogar y llegar a acuerdos?

En general, no fueron discusiones extensas o sobre aspectos demasiado complejos: por ejemplo, en diseño de vestuario, a ellos les parecía que había mucho desnudo para tratarse de una película infantil, pero estamos representando tribus amazónicas, no son tan vestidas y están en la selva. También referente a los diseños de personajes, particularmente sobre los personajes de origen indígena, que tienen rasgos faciales más toscos, de repente el coproductor de Holanda podría decirte “Estos rasgos de repente son muy agresivos para una película para niños”; cosas que a nosotros quizás nos parecían burdas, pero que no necesariamente se entienden fuera de Latinoamérica entonces debían someterse a conversación.

¿Cómo describirías el proceso de realización de la película? Con énfasis en una producción que se realizó por partes en distintos países.

En general, el proceso fue impecable y no tuvimos mayores dificultades. Nosotros —Tunche Films– hicimos el 65% del proceso; también hicimos la totalidad de la etapa de diseño, los modelados, las texturas, el shading, layout y animación de las cámaras; nos dedicamos a la animación de algunos personajes principales, pero el 80% de ese proceso recayó en los productores de Holanda, al igual que la iluminación y render. Todo lo que es efectos visuales fue compartido, incluso tuvimos colaboradores de China, en un momento en que nos faltaban manos para animar. En Perú, teníamos un equipo de casi 100 artistas en el momento peak, que fue en la etapa de modelado, pero comenzamos con un equipo de 15 personas, mientras que en Holanda el equipo estaba conformado por unas 30 personas.

¿De qué forma se construyó el diseño de arte de “Ainbo”?

Hicimos mucha investigación, no nos quedamos con nuestros conocimientos por ser nacidos y criados en la Amazonía peruana. La referencia principal fue la tribu Shipibo-Conibo, que son de la zona de Ucayali, pero no es que se haya representado fielmente, nosotros estábamos tratando de ampliar un poco más en términos de diseño. También viajamos dos o tres veces con el equipo de arte, inclusive fuimos con nuestro agente de ventas y productor ejecutivo, y nuestras labores eran tomar referencias, fotos, medir escalas. 

El diseño de la luz lo hizo íntegramente Jose, antes de dirigir fue director de fotografía, por lo que tiene un manejo de luz muy bueno y todo el diseño de luz lo hicimos nosotros, escena por escena. De cada una de ellas se manejó un dibujo donde estaban planteadas toda la iluminación de toda la película, en el color screen, entonces sirvió muy bien porque ahí se guiaron los artistas para lograr la iluminación perfecta.

¿Bajo qué criterios se hizo la composición musical?

Nos gustó el sonido y la música en general. Hay detalles, que nos hubiera gustado poner, un poquito más de instrumentos locales, pero también lo entiendo, porque eso no venía de nuestro productor, más bien fue iniciativa de nuestro agente de ventas que es de Los Ángeles: planteó que tenemos que desarrollar un concepto más global por un tema de marketing, porque esta película va a tener venta mundial. Y claro, probablemente la forma en que los norteamericanos y europeos cuando miran hacia Latinoamérica nos ven a todos como México, que es lo que está más vendido para ellos, entonces en base a eso hacen una interpretación de cómo los sonidos amazónicos podrían ser, y en eso muchas veces incluso incorporan sonidos africanos. Esas son cosas que no queríamos que sucedieran, porque, entre nosotros latinoamericanos, sabemos que somos culturalmente muy parecidos y muy distintos al mismo tiempo y eso lo tratamos de rescatar. 

En relación a la pregunta anterior ¿cómo fue la selección para los actores de voz?

Jose y yo fuimos a Nueva York a grabar las voces con actores norteamericanos, y algunas otras voces se hicieron en Los Ángeles, entonces ahí sí estuvo el trabajo de Jose de dirigir un poco a los actores. El doblaje inicial de la película es en inglés, ahí lo que se buscó es que fueran actores insertos en el mercado norteamericano, pero que tengan raíces latinas, por ende lo que se quería buscar era un color de acento, de voz en inglés, pero que tenga algo latino, varios de ellos –los personajes– lo tienen. En cuanto a las voces en español, el doblaje estuvo a cargo del distribuidor que compró la película para toda Latinoamérica, entonces se hizo en México y nosotros no tuvimos tiempo de supervisar, enviaron avances y sólo se corrigieron detalles de pronunciación, pero hicieron un muy buen trabajo.

¿Cómo observas el avance de “Ainbo” a través del cine internacional?

Lamentablemente, el rodaje acabó en un momento no tan bueno: la producción terminó en enero del 2020, y la cuarentena por pandemia empezó en marzo, imagínate, entonces no fue una buena temporada para estrenar, aguantamos todo el tiempo que pudimos, pero los distribuidores en algunos países ya querían estrenarla: el primer país en estrenar fue Ucrania, en mayo del año pasado, por lo que la película aguantó casi un año luego de concluirse. 

Esa etapa fue muy difícil, no solamente para “Ainbo”, sino para todas las películas que se estrenaron en el 2021. A pesar de eso, a la película le ha ido bastante bien en términos de abrir en los primeros puestos de taquilla en muchos países, en particular aquellos que abrieron los cines con menos restricciones, pero dentro de los números que ha dado la pandemia. Ni te digo: en Australia, estrenamos en segundo lugar de taquilla, en Francia igualmente en segundo puesto, en España en tercer lugar, en Colombia le fue maravilloso también, por mencionar algunos países.

Para finalizar, ¿cuáles son las proyecciones de Tunche Films?

“Kayara” es la película que empezamos a producir este año, es una coproducción con Toonz Animation de España y ya está todo dispuesto, hay muchas pre ventas hechas, esperemos que no haya una próxima pandemia de nada para que no nos arruine el estreno, y también hay otro proyecto que se viene, que es sorpresa y en un par de meses lanzaremos el teaser. 

Lo que queremos es estar con proyectos que aparezcan tan pronto como terminamos una película, entre “Ainbo” y “Kayara” hubo mucho tiempo de descanso, entonces ahora estamos sacando teasers nuevos para empalmar un proyecto tras otro de ser posible. Es difícil, pero creo que nosotros hemos tenido bastante suerte de que, en el poco tiempo que llevamos haciendo animación para cine que son cinco años, ya estemos en un segundo proyecto de esta dimensión. SM